Mis amigas y amigos… Mis hermanos escogidos en vida
Para ser feliz, las personas necesitamos vivir en comunidad, nos gusta hacer clanes, formar parte de grupos, pero no sólo cualquier grupo, un grupo en el que yo me sienta considerado y respetado.
Para ser feliz, las personas necesitamos vivir en comunidad, nos gusta hacer clanes, formar parte de grupos, pero no sólo cualquier grupo, un grupo en el que yo me sienta considerado y respetado.
La felicidad suele ser efímera, no se queda con nosotros para siempre, por eso cabe la pregunta, ¿Y tú realmente eres feliz?¿Sabías que las experiencias positivas son más frecuentes que las experiencias negativas en las vidas de los seres humanos?
Las mujeres son las encargadas principales de las labores domésticas y de crianza y en confinamiento las exigencias en esos dos rubros aumentaron dramáticamente, además del trabajo formal o informal que sabemos que las mujeres también realizan y del cual ahora mismo se encuentran realizando en sus hogares.
Ya nada es ni será igual, las formas, los ritmos, cambiaron; las prioridades, los gustos, los sueños cambiaron; la vida cambió una vez más, pero este cambio no es el primero ni será el último,
“¿Cuántos años más de lucha?
¿Cuántas mujeres más asesinadas?
¿Cuántos cuerpos violados?
¿Cuántas mujeres descuartizadas, silenciadas, ignoradas, golpeadas?
¿Cuánto más necesitamos para que esto se pare, para que nos escuchen, para que nos
respeten?”
Está demostrado que cuando escuchamos a nuestro corazón y lo atendemos, todo se armoniza y funciona mejor. Es fundamental tener respuestas emocionales positivas, sentirnos amados, aceptados, queridos, ya que esto afecta toda nuestra existencia.
Históricamente se ha construido la idea de que el hombre es “el sexo fuerte” y la mujer “el sexo débil” más frágil, menos capaz, e incluso, menos inteligente. Estamos frente a lo que se considera una nueva ola de feminismo.
“Nuestra forma de ver y vivirnos en el mundo está cambiando, lo personal se volvió peligroso.
El COVID-19 causa dolor, incertidumbre y miedo, pero también nos obliga a vernos, oírnos y sentirnos para valorarnos.”
El amor, como cualquier otra actividad, se ensaya, se practica, se estudia, se ejercita. Desde la mañana nosotros podemos elegir nuestra actitud frente a la vida, yo decido si camino por ella con amor o con rencor.
Los días han pasado, las semanas, los meses y el COVID nos alcanzó, llegó a nuestra casa, entró por la ventana y nos asustó, ahora nos deja una gran lección.